19 de junio de 2012

Llueve

Me levanté entre bostezos de lo que fue una noche larga. La lluvia hacía pequeños ruiditos contra el cristal de mi ventana y el tono de luz se me antojó más pálido que otras mañanas. "Hoy no es día de dar una vuelta" me dije a mí misma. 

Busqué mi ropa preferida, que consistía en un pantalón corto y una sudadera de un concierto que decía a gritos "Marea". Corrí escaleras abajo con el libro que me estaba leyendo en ese momento y me preparé un café solo, un "americano" de esos que dicen.

Mi sillón estaba esperándome ya en la habitación contigua junto a los grandes cristales de la puertecela del salón. Desde allí una simple chica observaba la ciudad bajo esas tremendas nubes, disfrutando de un buen libro, del sabor del café y del sonido de la lluvia hasta que el sol consiguió calmar la tormenta.

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